Nuestra atención, y por consiguiente nuestra mente, se hallan habitualmente orientadas hacia el exterior, estimuladas por infinitud de sensaciones que suceden a través de los sentidos, lo cual produce respuestas orgánicas, reacciones, etc. Sin darnos cuenta nos encontramos inmersos en un mar de impresiones, imágenes, pensamientos, sentimientos y acciones, producidos en gran medida por el estímulo sensorial proveniente del exterior. Esto cambia cuando nos encontramos verdaderamente aplicados en una actividad especifica.: "La atención". Cuando estamos atentos nos interiorizamos. La consciencia que transforma lo que sucede a su luz interiorizada es la experiencia en yoga llamada PRATYAHARA.
Las dificultades que se nos presenta al principio cuando comenzamos con la práctica de la meditación, es precisamente ésta. Una mente que no esté preparada, puede hallar la meditación , aburrida, frustrante y desalentadora, pero estas características que son de la mente en sí, no constituyen impedimentos para la meditación, sino cualidades a ser acogidas, integradas, e incluso trascendidas nutritivamente.
Aunque muchas personas encuentren arduo integrar esos dificultuosos estados en su práctica, generan poca molestia cultivando estabilidad en la Äsana o postura, intimidad tranquila en los Pranayamas (o respiración); entonces se puede interiorizar y crecer fértilmente a través de ellos. Algunas técnicas específicas pueden favorecer el cultivo de interiorización como en Savasana o postura de relajación, siempre y cuando se sintonice con la respiración.
La práctica de Yoga habilita a la mente para familiarizarse con las sensaciones físicas obvias y sutiles, resultado inevitable de calibrar y liberar la articulación del cuerpo en el espacio. La práctica de la respiración habilita a la mente para familiarizarse con las percepciones fisiológicas energéticas y emocionales, resultado de refinar y liberar todo aspecto de la respiración. De este modo la mente se interioriza gradual y fundamentadamente, y se le educa de forma natural para tratar con sensaciones cada vez mas sutiles en su hogar y escuela: "el cuerpo".
Los sentidos y objetos de la percepción van perdiendo su impresionante poder sobre la mente, que dejan de quedar atrapada por la experiencia externa para ir profundizando en los procesos internos. Se abre un espacio que aunque más sutil, es mucho más satisfactorio y amplio que el ofrecido por la percepción limitada del sistema nervioso orientado hacia los fenómenos aparentes del exterior.
La interiorización (Pratyahara) permite un desengancharse gradual y muy potente de las emociones y la esclavitud de los sentidos, y, por lo tanto, de la reactividad habitual de la mente. Esto, por supuesto, no significa que se pierda contacto con la realidad, sólo que la conciencia se transforma, y que la conciencia sensorial se vuelve mas subconsciente. No nos encontramos aislados del mundo, sino sencillamente algo más desapegados, con algo más de perspectiva.
La práctica de interiorización en Yoga, trata de hacer consciente la reactividad de la mente para liberarla y trascenderla.
Gracias por permitirme compartir estos Minutos. Quien te Ama...tu Elvia.
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