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MINUTO DE RECOGIMIENTO: ¿QUÉ HACER CUANDO YA CUMPLIMOS CON LAS METAS FAMILIARES Y PASAMOS LA ETAPA DE “ADULTO MAYOR”?

Foto del escritor: Elvia Pacheco de PucheElvia Pacheco de Puche


soy mayor y vivo una vida plena

Lejos de sentirnos deprimidos por el hecho de que ya nuestros hijos no nos necesitan para seguir su camino trazado por ellos, en base a lo que les hemos sembrado en su conciencia, tendríamos que sentirnos dichosos, primero porque cumplimos a cabalidad el rol que nuestro Padre Creador nos otorgó, de ser Su Representante aquí en la tierra, para llevar a nuestros hijos, (Sus Hijos) por el camino de la Luz, de la Paz y del Amor. Y, también  porque a partir de ese momento, se abre una dimensión nueva, poderosa de vida, disponible para nosotros, que puede hacer del resto de los años que aún nos resta por vivir, los mejores de todos. Es un viaje de lo falso a lo real, de los valores externos a los valores internos. Viviendo valores falsos, nos separamos de la Fuente Interna de nuestro Ser, creando una sensación de alineación, deficiencia y pérdida. El verdadero viaje que, una vez, emprendimos, es retornar a la Fuente. Para ello, seguir adelante cumpliendo años, es una oportunidad; lo que se conoce como la crisis de la edad madura es una oportunidad para reapreciar los valores por los cuales hemos vivido nuestras vidas. Mi madre Olguita, fue, para mí, el vivo ejemplo de ésto. Ella se mantuvo siempre joven, tanto interna como externamente. A pesar de sus años, nadie le creyó la edad que tenía. De hecho, solía decir que ella comenzó a vivir, a partir de los 50 años, que fue cuando comenzó a dar clases de Yoga y fue "Fray Ejemplo", en cuanto a que lo que decía, coincidía con su manera de actuar y ser.


La mayoría de nosotros hemos estado bajo los valores hipnóticos de lo material y social de nuestra cultura. Estos valores establecen nuestra dirección y se vuelven poderosas fuerzas de motivación en nuestras vidas. Ellas se vuelven en los ojos a través de los cuales nosotros vemos las aptitudes que determinan nuestro comportamiento y las expectativas por las cuales juzgamos nuestra experiencia.


El viaje hacia el desarrollo interno, cuando lo seguimos por medio de tales valores, es un viaje hacia el horizonte. No importa lo rápido que viajemos, siempre queda más allá de nuestro alcance. Cuando operamos  dentro de tal campo de ilusión, no puede haber satisfacción duradera; viviendo lo que es falso, invariablemente distorsionamos, suprimimos y negamos la realidad. LOS VALORES FALSOS SON AQUELLOS QUE NO NOS SIRVEN PARA ENCONTRAR EL VERDADERO PROPOSITO Y SIGNIFICADO DE LA VIDA. En lugar de

enriquecer nuestro ser físico, emocional y espiritual, ellos alimentan primero  nuestra propia imagen, nuestros deseos de seguridad, aceptación, poder y placer. Cuando tales valores son la fuerza motivadora, detrás de las elecciones de vida, perdemos los valores más profundos, aquellos que nutren y desarrollan las verdaderas necesidades y las más altas potencias de nuestro ser.


Tratamos de confundir o igualar, lo que es felicidad y gozo, creyendo que es lo mismo, cuando la verdad es que ambos están tan separados uno del otro, que es imposible no darse cuenta de dicha distancia. La felicidad es aquel momento que sucede en nuestra vida, por algún acontecimiento, que cuadra con tu deseo de ese momento. Pero, cuando pasa la "euforia", nos sentimos vacíos y con deseos de tener más. En cambio cuando desarrollamos El Gozo, esa energía se mantiene, aunque pase el momento por lo cual te causó dicho Gozo. ¿Porqué?, porque el Gozo proviene de tu Ser Divino Interior, que es EXISTENCIA, CONCIENCIA...Y DICHA.


La vida no sucede en el futuro, sucede justo ahora; los sueños de los que nosotros lograremos, se vuelven obstrucciones para experimentar la vida, tal como es. En la creencia de que nuestros problemas serán solucionados en el futuro, nosotros creamos la ilusion de una solución y fracasamos en lo que está sucediendo justo ahora.


Observemos el valor que le damos al dinero, el dinero es algo necesario y útil para la vida. Pero lo que no va con el Espíritu es la creencia de que para vivir la vida a "full" y que valga la pena ser vivida, yo debo tener cada vez más dinero. No importa cuanto dinero tengamos, no importa lo que podamos comprar, el dinero no puede comprarnos lo que realmente todos, sin excepción, necesitamos: paz interna, amor,  claridad mental y buena salud para disfrutar la vida. Usando el dinero para controlar las cosas externas no nos trae satisfacciones internas.


Prometo que para la próxima semana continuamos compartiendo sobre este tema...(para nosotros...los menos jóvenes)...


Gracias por permitirme compartir estos minutos...Hasta nuestro próximo contacto. Quien te Ama y camina contigo hacia la Luz...tu Elvia.

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